Hoy voy a hablarte de gatos callejeros, del gato como amenaza a un frágil ecosistema y viajaremos de Marruecos a China. No me digas que no viene movidito el tema. Y te contaré la historia de la vez que me secuestraron.
No sé si has estado alguna vez en Fez, si no has estado nunca es un buen sitio para ir a comer bien, a llenarte los ojos de sensaciones y a perderte (literalmente) por las laberínticas calles de la Medina. Si sales de la ciudad, los paisajes son de infarto, tierras rojas, tierras áridas, suaves lomas, ríos salvajes, y de golpe: ¡verdes montañas!
🐈⬛
Recuerdo dos cosas de Fez: la primera son los gatos callejeros; la segunda, el día en que un taxista nos secuestró* (mirado en retrospectiva fue bastante divertido, sin embargo, en ese momento no lo fue tanto, deberías haber visto la cara de mi amiga Ana). Pero vayamos al tema de los gatos...
En Fez, como en muchas otras ciudades marroquís, las calles están plagadas de gatos: hay gatos que vigilan tus pasos, gatos que se acuestan en los cojines de las tiendas, gatos que merodean por las callejuelas, gatos que te regalan pulgas,... ¡Están por todos lados! También hay gatitos minúsculos, de apenas semanas, que se quedan dormidos en cualquier sitio, ya sea en mitad de una calle, ya sea en un rincón... Te los llevarías a todos a casa.
Aprendí estando en Fez que, de todas las religiones, la cristiana es la más cruel con los animales. En la Edad Media se creía que los gatos eran enviados del mismísimo Satanás, así que se procedió a aniquilarlos a todos. En cambio, en la religión musulmana la visión es muy distinta, pues el gato es un animal muy apreciado y venerado, por las siguientes razones:
🐈⬛ En primer lugar, se le tiene en gran alta estima por su higiene. Incluso se dice que el pelo del gato es sagrado y que se puede comer en un plato que ha lamido un gato, pero jamás en uno que ha lamido un perro.
🐈⬛ En segundo lugar, porque se espera de los que profesan la religión musulmana y siguen los preceptos de Mahoma que muestren respeto y misericordia hacia los animales y que sólo se les mate por necesidad, “evitándoles dolor o cazarlos por deporte o golpearlos y encerrarlos”. (ejem)
Te daré un dato: los gatos son considerados en la actualidad una de las primeras causas de muerte de la fauna silvestre. Y por esta razón, el gato está siendo cuestionado por, precisamente, sus habilidades asesinas.
*Nota de la Autora: Estoy convencida que antes que el gato está el ser humano que construye malditas pistas de pádel con cristaleras asesinas o enormes rascacielos que distraen a los pájaros y son una de las razones de la muerte de millones de especies ¡al año!
Un estudio de la revista científica Conservation Science and Practice pone de relieve que los gatos callejeros han provocado más de una cuarta parte de las extinciones contemporáneas de aves, mamíferos y reptiles en todo el mundo, siendo catalogados como especie depredadora invasora. W o W.
En Australia han decidido darle caza al gato con rifles y se han montado guerrillas callejeras (te dejo el dato aquí).
*N de la A: Estamos ya en veranito y abrimos las ventanas y hace buen tiempo. Y si tu gato es de esos que campa libremente por ahí, una recomendación es ponerle un collar de cascabeles para que el sonido ahuyente a los gorriones despistados. Y si tienes un gato que caza gorriones ponle de nombre Mao Tse Tung o "Miau" Tse Tung :p
¿Por qué “Miau” Tse Tung? Pues porque en 1958 Mao Tse Tung le declaró la guerra al gorrión (y a toda la naturaleza) lanzando el proyecto descabelladísimo de las Cuatro Plagas según el cual debía eliminarse a ratones, moscas, mosquitos y gorriones.
Todo esto sucedió en un contexto de hambruna profundísima y se justificó la matanza bajo pretexto que estos animales e insectos eran los causantes de la falta de cereales.
No fue hasta 1960 que se prohibió la caza del gorrión pero ya daba lo mismo, pues en sólo un año China había logrado exterminar prácticamente a esta especie en su territorio. De hecho, el exterminio de gorriones de Mao se ha declarado como el primer genocidio ornitológico.
Te contaré la metodología de aniquilación porque es bastante curiosa. Aparte de usar venenos, destruir los nidos y los huevos para diezmar a la población de pájaros, también se optó por aporrear cazuelas y ollas durante días para asustar a los gorriones y que estos acabaran cayendo al suelo de agotamiento (está todo contado en la Wikipedia).
Actualmente, a pesar que el gorrión es una especie protegida, sigue teniendo mala imagen y para evitar su caza se han impuesto fuertes sanciones a los cazadores. (Menuda ida de olla, ¿verdad? Con lo majos que son los gorriones)
⌇☞⌇ Sobre el secuestro ⌇⌇
*N de la A: Llegados a este punto querrás saber qué demonios es eso del secuestro del taxista de Fez. Vengaaa va, te lo cuento:
Mi amiga Ana y yo cogimos un taxi en la estación de tren, volvíamos de Mequinez y nos dijeron que lo más fácil, rápido y seguro era coger un taxi. En Marruecos y en muchos otros países africanos es muy común que el taxi sea un servicio compartido, no es como aquí que solo te llevan a ti, sino que es habitual que alguien más se suba contigo. Aún y sabiendo eso, cuando llevábamos unos minutos en el taxi dirección a la Medina, subió un chico. No nos saludó, aunque se giró y nos miró, y ahí (tal vez) sentimos un pequeño escalofrío.
Seguíamos el trayecto cuando de repente, en un semáforo, los conductores de dos coches que estaban justo delante nuestro, abrieron sus respectivas puertas, se encararon y empezaron a propinarse puñetazos. Luego se puso el semáforo en verde y al sonido de cuatro cláxons que les metían prisa, los boxeadores volvieron a sus coches.
Lo que nadie esperaba (Ana y yo seguro que no) fue que nuestro taxista decidiera actuar y emprendiera una persecución rollo Fast & Furious por las calles de la ciudad a 120 km/h persiguiendo a uno de los dos coches.
✈ Y es que te juro que volábamos (abrir enlace > referencia importante) ✈
Mi amiga Ana y yo sólo podíamos decir: “PLEASE, STOP, WE ARE JUST TOURISTS” (me troncho solo al recordarlo). Pasado un rato, tras una colección de derrapes, saltos, giros y gritos (nuestros) el taxista paró delante de una comisaría de polícia. Salió del coche y el copiloto, el chico que no nos saludó, se quedó ahí, sentado, impertérrito. Pasó media hora. Ana y yo no entendíamos nada. Sopesamos la posibilidad de coger otro taxi pero era negra noche y estábamos a saber dónde. Seguimos esperando.
Y bueno, total, que al final llegamos a la Medina, por supuesto, una hora más tarde y con un sustito en el cuerpo y una gran aventura que contar. Ahora dirás que no es un “secuestro” pero si leemos la definición de la RAE dice: “Retener indebidamente a una persona para exigir dinero por su rescate, o para otros fines”. A ver, que después de todo eso tuvimos que pagarle la carrera al taxista eh? Algo de secuestro hay.
💙 Hasta aquí llega hoy Gatos, tu magacín cultural felino de confianza 💙
Realment ben interessant el què ens expliques, gràcies Júlia!